Pacto de no agresión sin disuasión
Embajador Oswaldo de Rivero.
Los pactos de no agresión se supone que son entre países que tienen temor de agredirse. Implican así la existencia de una disuasión mutua. Sin embargo, en el caso del Perú y Chile, debido a la actual correlación de fuerzas militares, nuestro país no disuade a Chile. Entonces, un pacto de no agresión en estas condiciones sería un pacto asimétrico, que sólo expresaría el temor del Perú a ser agredido. Una confirmación pública que estamos disuadidos y que la paz en el Pacífico sudamericano depende ahora de la hegemonía militar chilena.
Felizmente Chile se equivocó y no aceptó el pacto asimétrico propuesto por el Perú. Si lo hubiera hecho, habría legitimado su hegemonía militar.
En las actuales circunstancias un verdadero pacto de no agresión con Chile sería muy difícil. Sólo posible si éste congela sus adquisiciones militares por un buen lapso de tiempo y reconoce durante ese periodo el derecho del Perú a modernizar su defensa nacional. Sólo un pacto así, que busca la simetría, a través del equilibrio militar, permitiría una disuasión mutua que garantizaría la paz. Sin embargo, Chile nunca lo va aceptar porque lo que pretende es que su relación con el Perú marche siempre signada por su hegemonía militar.
Ahora, el Perú pretendería una suerte de pacto de no agresión en Sudamérica. Sin embargo, esta propuesta no tiene mensaje sudamericano porque en verdad no hay ni un solo casus belli en la región. Todos los países saben que es una propuesta basada en el temor del Perú frente al armamentismo chileno. Y nadie se va comprar el pleito, menos el Brasil, que viene de rearmarse como Chile, va permitir que surja una presión sudamericana contra la modernización militar. Tampoco Venezuela y Colombia que están en pleno rearme. La verdad es que el Perú no tiene poder para impedir este proceso de modernización de las defensas nacionales sudamericanas.
También pretender un pacto de no agresión en Sudamérica tiene un mal mensaje para nuestra “relación especial” con el Brasil. Implícitamente se le está diciendo a éste que no tiene capacidad para establecer una paz brasilera porque existe una carrera armamentista (Brasil incluido). Que su iniciativa, el Consejo de Defensa Sudamericano, no sirve porque hay que hacer que nuestros países pacten por enésima vez la no agresión ya pactada entre ellos en la ONU, la OEA, el TIAR y la UNASUR, como si estuviéramos al borde de la guerra por toda Sudamérica.
Esta iniciativa del pacto de no agresión ha sido estratégicamente mal pensada o no pensada. Si queremos la paz con Chile no hay otro camino que la disuasión porque nuestra debilidad es precisamente la fuente de potenciales incidentes armados en torno del caso en La Haya. En vez de embarcarnos en piruetas diplomáticas y lamentos que no llevan a nada hay que practicar una realpolitk dotando también al Perú con una defensa nacional moderna frente a la preocupante hegemonía militar chilena. Ya es hora.
viernes, 20 de noviembre de 2009
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