Las elecciones últimas en el país del tío Sam nos han mostrado detalles que no conocíamos acerca de su sistema electoral, por ejemplo: todos sabíamos que existen dos partidos políticos tradicionales –Los Republicanos y los Demócratas-, que son los que se disputan el control político y económico en el gran país del norte; pero oh sorpresa, nos hemos enterado que los postulantes a la Casa Blanca eran 13 partidos, 3 de ellos de filiación socialista.
Otro detalle, es que a diferencia de nuestro sistema donde el candidato presidencial no puede hacer proselitismo político 24 horas antes de los comicios, y mucho menos el mismo día; en Estados Unidos si lo pueden hacer. Los postulantes a la Casa Blanca dirigieron mítines hasta pocas horas antes del inicio de las elecciones, y el mismo día votaron y continuaron con su trabajo de proselitismo hasta casi finalizar el horario electoral; que dicho sea de paso, se inicia a las 6 en punto de la mañana y termina a las 9 de la noche. Por ley constitucional las elecciones son un día martes y no domingo como en nuestro caso; esto significa que la gente trabaja normalmente, es un día normal de trabajo y no se le declara feriado. Aquí declaramos feriado por cualquier motivo.
Como ya es conocido el voto es voluntario en Los Estados Unidos; adicionalmente se puede votar desde días antes y días después del día central, y se puede hacer hasta por correo electrónico. A diferencia de elecciones pasadas estas han sido sui generis; normalmente participan el 60% de los votantes hábiles; en este caso ha habido una gran participación de población juvenil y el porcentaje creció hasta un 75% de electores hábiles, lo que le ha dado una tendencia de nueva generación decidida a lograr cambios trascendentes en la política de su país, y significa también, que hay una mayor participación de población joven en la política norteamericana.
Finalmente, obtener la mayoría de votos no garantiza ganar las elecciones. Ganar las elecciones no depende de obtener la mayoría de votos (que en nuestro caso es el 50% + 1), sino ganar la mayoría de Colegios Electorales del país. El que pierde en un Colegio Electoral, pierde todos sus votos y se los lleva el ganador. Esto ha significado ya en casos anteriores (como los casos Carter-Reagan ó Gore-Clinton), que a pesar de haber obtenido la mayoría de votos generales, es el contrario el que ha obtenido la mayoría de Colegios Electorales y este ha sido declarado al final, el nuevo Presidente de Los Estados Unidos.
Nos puede parecer justo o injusto, democrático o menos democrático; pero simplemente es diferente a nuestro sistema y mantiene lo que conocemos como forma de gobierno democrático. En estas elecciones no solo se vota por el Presidente, sino también por los miembros al congreso y los gobernadores federales. Todas estas diferencias representan una mayor eficiencia en el uso de los recursos del Estado, responsabilidad política y una mayor identidad nacional. Detalles que de aplicarlos en nuestro caso, nos ayudarían a crecer como país.
Otro detalle, es que a diferencia de nuestro sistema donde el candidato presidencial no puede hacer proselitismo político 24 horas antes de los comicios, y mucho menos el mismo día; en Estados Unidos si lo pueden hacer. Los postulantes a la Casa Blanca dirigieron mítines hasta pocas horas antes del inicio de las elecciones, y el mismo día votaron y continuaron con su trabajo de proselitismo hasta casi finalizar el horario electoral; que dicho sea de paso, se inicia a las 6 en punto de la mañana y termina a las 9 de la noche. Por ley constitucional las elecciones son un día martes y no domingo como en nuestro caso; esto significa que la gente trabaja normalmente, es un día normal de trabajo y no se le declara feriado. Aquí declaramos feriado por cualquier motivo.
Como ya es conocido el voto es voluntario en Los Estados Unidos; adicionalmente se puede votar desde días antes y días después del día central, y se puede hacer hasta por correo electrónico. A diferencia de elecciones pasadas estas han sido sui generis; normalmente participan el 60% de los votantes hábiles; en este caso ha habido una gran participación de población juvenil y el porcentaje creció hasta un 75% de electores hábiles, lo que le ha dado una tendencia de nueva generación decidida a lograr cambios trascendentes en la política de su país, y significa también, que hay una mayor participación de población joven en la política norteamericana.
Finalmente, obtener la mayoría de votos no garantiza ganar las elecciones. Ganar las elecciones no depende de obtener la mayoría de votos (que en nuestro caso es el 50% + 1), sino ganar la mayoría de Colegios Electorales del país. El que pierde en un Colegio Electoral, pierde todos sus votos y se los lleva el ganador. Esto ha significado ya en casos anteriores (como los casos Carter-Reagan ó Gore-Clinton), que a pesar de haber obtenido la mayoría de votos generales, es el contrario el que ha obtenido la mayoría de Colegios Electorales y este ha sido declarado al final, el nuevo Presidente de Los Estados Unidos.
Nos puede parecer justo o injusto, democrático o menos democrático; pero simplemente es diferente a nuestro sistema y mantiene lo que conocemos como forma de gobierno democrático. En estas elecciones no solo se vota por el Presidente, sino también por los miembros al congreso y los gobernadores federales. Todas estas diferencias representan una mayor eficiencia en el uso de los recursos del Estado, responsabilidad política y una mayor identidad nacional. Detalles que de aplicarlos en nuestro caso, nos ayudarían a crecer como país.
Anibal Chacón Núñez.
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